- Tiene razón la ciudadanía en estar molesta. Me pongo de su lado en estos momentos difíciles, señala
- Reitera que la situación es consecuencia de una política fiscal injusta que no estimula la economía
- Pide sensibilidad política para no dañar aún más el tejido social
El diputado Javier Bolaños Aguilar, presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, exigió al gobierno federal revisar el reciente incremento a los precios de las gasolinas y diésel, ya que ha generado múltiples expresiones de malestar e inconformidad en la sociedad.
fotografía: Paty carranza
“Tiene razón la ciudadanía en estar molesta y las formas de protesta son consecuencia de una política fiscal abiertamente insensible que no estimula la economía, sino que castiga aún más a los que menos tienen. Me pongo de lado de los habitantes del país en estos momento difíciles”, enfatizó el legislador morelense.
Manifestó que el gobierno de la República debe evitar una espiral inflacionaria, en la cual los precios de muchos artículos de consumo generalizado se eleven sin control; igualmente, agregó, sería un golpe a la economía de las familias si el precio de la energía eléctrica se incrementa. “Se debe poner especial cuidado en este aspecto”, advirtió.
El también presidente de la Cámara de Diputados apeló a la sensibilidad política del gobierno federal para no dañar aún más el tejido social, el cual puede ser afectado por una mayor inseguridad y desempleo, que poco ayudan al desarrollo del país.
Ante las recientes protestas de ciudadanos en diversas entidades del país con motivo del aumento de las gasolinas, el legislador reiteró que el gobierno federal debe solucionar “de una vez por todas, el problema de robo y ordeña de los ductos, ya que este es un fenómeno constante que podría aumentar”.
Bolaños Aguilar subrayó que es urgente diseñar una estrategia que atenúe el aumento súbito en el precio de gasolinas porque la situación podría tornarse más difícil, no sólo para la cadena productiva, sino a los consumidores finales, debido a que hace inevitable el incremento en productos de la canasta básica.