Ciudad de México. Enero del 2018. Con el fin de establecer un marco jurídico que garantice al empleado doméstico pleno acceso a sus derechos laborales, erradicar largas jornadas, bajos salarios y falta de seguridad social, la diputada Olga Catalán Padilla (PRD) impulsa una iniciativa que reforma la Ley Federal del Trabajo.
El documento establece que el contrato entre la parte empleadora y el empleador, deberá ser por escrito y bajo ninguna circunstancia el salario se cubrirá con moneda distinta a la nacional. Se plantea prohibir el pago en especie.
La iniciativa modifica los artículos 49, 342 y 343 y adiciona el artículo 332 Bis, un segundo párrafo al artículo 334, la fracción IV y V al artículo 337 y la fracción III al artículo 340.
Cita que es obligación del contratante inscribir a quienes prestan servicio en el hogar en el régimen de seguridad social y, en caso de incumplimiento, asumir la responsabilidad correspondiente.
El patrón deberá facilitar el material necesario para el desarrollo de las actividades, en tanto que el empleado estará obligado a desempeñarse con responsabilidad, honestidad y seriedad.
La propuesta de reforma que analiza la Comisión de Trabajo y Previsión Social, señala que el patrón podrá dar por terminada la relación laboral, dentro de los treinta días siguientes a la iniciación del servicio, para lo cual dará aviso con 15 días de anticipación y pagará la indemnización que marca la Ley vigente.
Añade que en este sector, los contratos son de palabra, y solo 4 por ciento firma un documento con acuerdos laborales que los respalden.
En caso de enfermedad, sólo a 4 de cada 10 se le permite faltar sin que haya un descuento en su percepción; el resto sabe que si no asiste no tendrá goce de sueldo, por lo que cerca de 8 por ciento de estas personas labora “aun estando enferma”.
La diputada Catalán Padilla dijo que a pesar de que el trabajo doméstico es una pieza clave para el desarrollo familiar y profesional de miles de familias, no existe un marco legal que permita el acceso a los derechos laborales mínimos a quienes lo ejercen.
“La Ley Federal del Trabajo no considera a los y las trabajadoras domésticas como sujetas a seguridad social, licencia de maternidad, seguro de salud, educación, retiro para la vejez, guardería, pago por incapacidad y libertad de asociación a un sindicato”.
Mencionó que datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), indican que las condiciones laborales de estas personas son de esclavitud debido a la desvalorización social de estas actividades.
Esta situación es reflejo de la desigualdad y falta de garantía de sus derechos. Por ello, “es necesario que los legisladores, mejoremos dentro de nuestras respectivas atribuciones las condiciones laborales de las personas que se dedican al trabajo del hogar”, puntualizó.