Por Francisco Javier Flores V.
Y en el caso del proceso interno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para designar su propuesta para candidato de la coalición Por Acapulco al Frente a la presidencia municipal porteña, una serie de situaciones que se han presentado los últimos días dejan entrever hacia dónde podría inclinarse la balanza de entre los siete aspirantes registrados ante la comisión electoral.
Más allá de los resultados que arrojaron encuestas previas realizadas por diferentes empresas, en una de las cuales solamente fue superado por el actual alcalde Evodio Velázquez Aguirre –ya fuera de la competencia por decisión propia- y en las demás se impuso por amplio margen a los otros aspirantes, incluidos los prospectos de los otros partidos políticos que integran el Frente Ciudadano por México (PAN y Movimiento Ciudadano), al empresario Joaquín Badillo Escamilla parece que las cosas se le acomodan a su favor.
Si ya de por sí cuando fue presentado el Frente en Acapulco y se hizo el anuncio de que se daría oportunidad de competir por la alcaldía a aspirantes externos, Jacko Badillo, quien asistió como invitado a ese evento, al término de la conferencia de prensa fue llamado de inmediato al presídium para tomarse la fotografía, y una de las más entusiastas era la en ese entonces secretaria general del comité nacional perredista y hoy precandidata al Senado, Beatriz Mojica Morga.
Esa manifiesta simpatía por el también presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Guerrero, la mostró Bety Mojica cuando Jacko fue recibido en el comité municipal, en donde mediante una llamada telefónica la ex candidata a gobernadora le dio la bienvenida justo en los momentos en que era vitoreado por sus seguidores que abarrotaron la sede partidista en un evento apoteósico.
Por cierto, en esa bienvenida participó el regidor Vladimir Beciez Benítez, prominente integrante de la corriente perredista Izquierda Progresista de Guerrero, quien incluso hizo uso de la palabra para felicitarlo. Dicha corriente es nada menos que liderada por el ex gobernador Angel Aguirre Rivero.
No pasó desapercibida también la afinidad mostrada incluso por uno de los principales aspirantes, David Jiménez Rumbo, quien cuando la visita del precandidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, en el hotel Gran Plaza, cuando éste nombró entre los asistentes a Jacko Badillo, Rumbo incluso se levantó de su asiento y con aplausos comenzó a vitorear: ¡Jacko, Jacko!
Apenas hace un par de días, durante el cónclave perredista con las dirigencias estatal y nacional, la mayoría de los seis aspirantes –Almonte, Víctor Aguirre, Terán y Paco Torres- que asistieron salieron prácticamente en estampida una vez concluyendo la reunión y posterior conferencia de prensa. Los únicos que se quedaron a recibir felicitaciones y muestras de afecto, y conceder algunas entrevistas, fueron David Jiménez y Jacko.
Por si fuera poco, en la conferencia de prensa –como puede apreciarse en las fotografías- Jacko Badillo es el único que aparece sentado justo al lado del dirigente nacional, Manuel Granados; los demás se colocaron atrás, parados, e incluso algunos se observan con el rostro adusto.
Y es que en honor a la verdad, si hay alguien que puede sumar una estructura electoral adicional a la que ya tiene el PRD, como es el sector empresarial y social de Acapulco, es Jacko Badillo, quien goza de una amplia simpatía no solamente entre la gente que mueve la economía porteña, sino también en las clases populares a las que ha llevado múltiples beneficios a través de la fundación JACKOmienza.
No hay que olvidar que en el proceso electoral anterior, el también presidente del Grupo Jobamex compitió por la alcaldía con todo en contra, con un partido pequeño, sin presencia, que siempre obtenía de dos a tres mil votos. Jacko, sin estructura partidista y sin movilización, logró más de 14 mil votos, además de que le fueron anulados más de 16 mil por la división entre el PRI y Verde.
También hay que recordar que Marco Antonio Terán Porcayo –otro de los aspirantes- compitió abanderando al acérrimo rival perredista, el PRI, y no ganó. Sin embargo los números dicen que si Jacko hubiera sido el candidato priista habría ganado de manera contundente. Es decir, indirectamente con su participación abanderando al PVEM, Badillo ayudó a ganar al PRD. En términos estrictos, es tiempo de que el actual alcalde Evodio Velázquez en particular y el PRD en general le correspondan el favor otorgándole la candidatura perredista. Ganarle a las propuestas de los demás partidos del Frente sería ya juego de niños.
Las encuestas previas, aún sin la marca del PRD, han favorecido a Jacko, quien por su parte no ha dejado de trabajar desde el otro día del domingo 7 de junio del 2015; la identificación de la gente de Acapulco es notable y nadie duda que ganará las encuestas que se realizarán para designar al candidato perredista. Es cuestión de días.