Rafael Nadal está listo para presentarse en el Abierto Mexicano Telcel, presentado por HSBC. Este será el segundo torneo del año para él, después del Abierto de Australia, en donde perdió en la final ante Novak Djokovic, resultado que ya dejó atrás y ahora piensa en lo que viene.
“Después de Australia tomé unos días de descanso, llego acá un poco justito, no he podido entrenar mucho, pero estoy feliz de volver a Acapulco”, dijo el mallorquín, quien inicia su camino contra Mischa Zverev, a quien ha vencido en las dos ocasiones en que se han enfrentado.
“Todos los partidos son complicados y más cuando vienes de tiempo de no competir. Mischa es un jugador agresivo, tiene un estilo fuera de lo típico, hace saque y red, se mete adelante y es incómodo, pero ya veremos, no será día de sensaciones perfectas, pero hay que salir y competir de la mejor manera posible”, consideró Nadal, quien viene de pasar unos días en Cancún, sitio en el que inauguró una de sus academias.
En Mallorca abrió la primera de ellas, de la que pretende que salgan nuevas figuras, aunque además de lo tenístico, en este sitio se les prepara de manera integral. “No hay que perder de vista que los que están ahí son jóvenes y es bueno que se diviertan; yo he tenido ese sentimiento. El tenis ha sido parte muy importante dentro de mi vida, pero uno no puede estar todo el día pensando en tenis, tiene que estar abierto a divertirse, a practicar otros deportes, hacer las cosas que le puedan hacer feliz. Hay tiempo para todo. Uno de los éxitos en mi vida es que dentro de que he sido buen profesional, también he encontrado tiempo para ser feliz fuera de la cancha; eso es algo que me gustaría transmitir a los jóvenes, que si se hacen las cosas bien hay tiempo para todo. Lo que pasa es que cuando se trabaja se debe hacer al cien por ciento”.
Como él lo ha hecho durante toda su carrera, en la que ha tenido varios momentos difíciles, cuando las lesiones lo han alejado de las canchas. Explicó que estas situaciones no se pueden controlar, y justo hace unos días durante un entrenamiento en Cozumel, hizo un mal movimiento con la mano que le impidió seguir adelante. “Intento cuidarme de la mejor manera posible, el año pasado jugué muy poco, me reservé y estoy intentando economizar, mejorar lo que me pueda ayudar a alargar lo máximo posible mi carrera. Al final hay cosas que no se pueden controlar, estuve unos días en Cozumel entrenando hice un mal movimiento con la mano y no pude entrenar; hoy casi fue el primer día de entrenamiento desde que llegué, son cosas que ocurren y están fuera de control, pero estoy feliz de hacer buen entrenamiento, estoy preparado para mañana y espero que la energía del público me ayude a encontrar ese nivel que no he encontrado todavía en los entrenamientos”, confió.
Recordó que en sus inicios le auguraban una carrera corta por su manera de jugar, “pero de 2005 a 2019 estoy sin salir de los 10 mejores, eso significa que dentro de todas las lesiones, tengo una regularidad muy alta, ya no podemos hablar de una carrera corta, ahora he jugado más que la mayoría”.
Y respecto a los cierres de carrera, se refirió a David Ferrer, quien este año se despedirá como profesional y a quien puso como claro ejemplo de alguien que ha hecho muchos sacrificios para ser mejor. “David Ferrer es buen compañero, buen amigo de todos estos años que hemos compartido vivencias en el circuito y fuera de él, aparte de gran persona es un jugador que ha conseguido regularidad y un nivel altísimo. Es una pérdida importante, pero también debe disfrutar de la familia y otras cosas que son bonitas fuera del tenis”.
Así, el primer sembrado del certamen se dispone a buscar su tercera corona en el Abierto Mexicano Telcel, presentado por HSBC, en el que tiene récord de 14-1, y el primer obstáculo a superar es Mischa Zverev esta noche.